sesenta y uno,
sesenta y dos,
sesenta y tres,
sesenta y cuatro.
parpadeo.
Sesenta y cuatro segundos sin parpadear. El día muestra señales de que lloverá, estoy seguro que sí. El viento se siente húmedo y mis manos no dejan de temblar. Con disimulo limpio las manchas de sangre en el costado izquierdo de mi suéter y volteo a hacia los lados cada 32 segundos. Nunca se sabe quien está detrás de ti; un ladrón, alguien corriendo, vecinos chismosos, la policía, quien sea. Me pregunto cuál habrá sido mi error, es difícil identificarlo con un momento tan tenso, lleno de adrenalina en cuestión de segundos. Miro el reloj y marca las 6:40 p.m. en un reloj color verde fosforescente de esos que tienen una tapita con un divertido dibujo de un gatito y una gatita tomados de la mano. Cosas de niños. Vaya, creo que la próxima vez será de noche...
Y tenlo por seguro que habrá una próxima, maldita puta.
Las ansias me matan y en mi mente busco la respuesta a mi calma, he preparado una lista:
- Un cigarro
- Un taxi
- Un snicker
- Un puto taxi
Prendí un cigarro.
veintinueve,
treinta,
treinta y uno,
treinta y dos.
parpadeo.
Volteo a los dos lados y la calle está vacía. "Puta madre" digo entre dientes. Empiezo a buscar otra alternativa y busco en mi celular en realidad buscando nada, haciendome pendejo. Al fondo de la calle veo un auto grande y amarillo que se acerca lento pero cada vez un poco más rápido y sin dudarlo camino cojeando para pararme en media calle hasta que topa conmigo. El conductor me ve extrañado, yo, con una mirada fija y vacía, no digo nada.
Gracias, chingada madre, ¡Es un puto taxi!
Taxista: Amigo muévase del camino o le paso por encima
*Le tiro una sonrisa de satisfacción*
Taxista: ¿Qué? ¿Qué me ves? ¿Te llevo o qué chingados quieres?
Yo: Por favor
Taxista: Te noto raro, tienes una cara de maniaco que no puedes con ella y te advierto que no me das miedo, cargo una 9mm en la guantera y no me tentaré el corazón, lo juro por mi madre
Yo: Siga derecho, no tengo intenciones-Con usted- de lastimarlo-A usted-. Vaya rápido, por favor.
Subí al taxi y lo primero que noté fue un letrero que decía "NO SMOKING", lo cual no me importó pero al taxista si, así que decidí ofrecerle 5 dlls por dejarme fumar dentro de su vehículo. Los asientos eran de un color guinda, algo parecido al color que estaba tomando la sangre seca en mi suéter. El taxista era un tipo blanco, algo calvo y con barba tupida; llevaba una gorra de los Bulls de Chicago y en la radio sintonizaba un partido de basketbol entre Bulls y Celtics.
Taxista: ¿Por qué la prisa?
Yo: Llego tarde... Una reunión, mi rait se me fue y tuve que tomar el taxi
Taxista: Ah! jajaja, a veces sucede, ¿No?
Miré por la ventana y el cielo estaba cada vez más gris. Empezaba a ponerse más helado, el viento y la humedad de la lluvia ya se estaban respirando. Derrepente comencé a sentir la presión: No había mucho tiempo. Probablemente llevaba mucha distancia recorrida, claro, sin excederse sobre los límites de velocidad pero yo sí lo haré, tengo qué hacerlo. No quiero imaginarme la reacción de Benny y el imbécil de Gogolak que siempre quiere dejarme en ridículo, qué clase de pendejo es Gogo.
Yo: Disculpe, ¿Podría ir más rápido? Tengo mucha prisa...
Taxista: Claro, jajaja, recuerdo una vez que iba tarde con mi novia de la sec-
Miré otra vez el reloj: 4:55 p.m. Ella es hermosa, en realidad lo es. Parece una pequeña muñeca; su cabello negro y liso, sus ojos razgados, obscuros. Esas enormes piernas que daría lo que fuera por morderlas en otra ocasión... Hombre, no sabía si cambiar de opinión y simplemente sacar algo de plática, invitarla a salir, regalarle flores, chocolates, algún restaurante lindo, llevarla a casa y es todo, me la cogí. Pero no, ese no soy yo, no soy ningún romántico y creo que me estoy haciendo viejo para aprender a hacerlo. Saco mi identificación de la cartera y mi nombre está tachado, lo taché hace dos años con un clip de oficina.
Una belleza, hermosa.
Comienzo a ver las primeras gotas caer y veo el reloj: 5:01 p.m. Necesito un puto cigarro.
Taxista: Ella me gritó como loca y yo solo me fui sin decir nada! JAJAJA! ¿Puede creerlo? Juró que me dejaría pero ya sabe como son, les encantan los dramas, ¿No cree?
Yo: Eh, sí, jajaja, suele pasar...
Hubo un silencio incómodo, de esos que odio, aún más cuando es un taxista ya que amo platicar con los taxistas; siempre tienen algo bueno que contarte y aunque no quieras hablarás con ellos y de vez en cuando soltarás una risita fingida y dirás: "jaja, sí, suele pasar".
Taxista: ¿Le gusta el basketbol?
Yo: ¿Mande?
Taxista: Basketbol, ¡El deporte ráfaga! jaja
Yo: ¡Ah! Bueno, no soy fanático..
Taxista: Yo lo soy, créame, mi equipo son los Bulls. Claro que hoy en día son una mierda pero bueno, hay que tenerle amor a la camiseta! Se extrañan esos días dorados en que Jordan hacía temblar las canchas junto con Rodman, Pipen y los demás, amaba esos juegos contra el Jazz de Utah... Hoy en día se hace buen basketbol pero nadie como ellos, no señor..
Yo: ... ¿Qué tal Lebron James?
Taxista: Él es bueno, sin duda! Hay otros que tienen rato en las canchas que son buenos
Yo: Iverson, Bryant, Garnett, Miller, Payton, O'neal...
Taxista: ¡Hey! O'neal es un PENDEJO, de primera! Ese cabrón no sabe jugar basketbol, es solo un puto gorila que alcanza la canasta, es todo.
Yo: Supongo que sí, jaja..
Ya comenzó a llover. Al fondo de la calle veo gente sobre la banqueta; gente trabajando, gente que va al trabajo, gente hablando por celular, esperando un taxi y en especial esa pareja que discute. Todos huyen de la lluvia menos ellos dos.
Cincuenta y cuatro,
Cincuenta y cinco,
Cincuenta y seis,
Cincuenta y siete.
Parpadeo. Parpadeo muchas veces y centro mi mirada al fondo de la calle. Es el Honda Civic color blanco que he estado esperando encontrar, JAJAJA! ¡A HUEVO! Pero no puedo hacer una escena mortal en medio de esta calle tan transitada por autos y peatones, no sería saludable.
Yo: ¡ACELERA! ¡ACELERA TE DIGO!
Taxi: Hey no puedo excederme, ¿Tú pagas las multas o qué vergas?
Yo: ¡ME VALEN VERGA LAS MULTAS, ACELERAAA!
Taxi: ¿Qué chingados? Cálmese amigo!
Yo: ¡ACELERA! Arrggg, puta madre..
En menos de dos segundos estaba en el lado del copiloto apretando con mi pie la guantera para que el taxista no intentara sacar su 9 mm. Son peligrosas, ¿No? El taxista maldecía y me miraba en estado de shock, yo no quitaba la mirada del Honda blanco. Con mi codo izquierdo le di tres golpes en la sien al taxista y este quedó desmayado, tal vez muerto, no sé. Pisé su pie en el acelerador con el mío y la velocidad fue aumentando, cada vez más cerca de la acera.
La primera vez que la vi fue en aquél restaurante chino donde pedí el paquete número dos, ella pidió el 5. Llevaba un short bastante corto y una blusa de tirantes color negro con un par de sandalias del mismo color. Se veía altamente sexy. Hoy no sé que es lo que lleva puesto, tal vez va en ropa interior o no sé si logró meterse algo de ropa, yo no lo habría hecho. Mi posición es incómoda en el taxi pero ya casi estoy ahi, ya puedo sentir el impacto en su cara..
veinte metros, diez segundos,
dieciocho metros, once segundos,
diecinueve metros, doce segundos,
quince metros, trece segundos.
Cierro los ojos.
Mi auto se impacta contra un sujeto que gritaba por un taxi desesperado; pasó por encima del auto y cayó en la calle. No me fijé si estaba muerto pero supongo que sí, fue un chingadazo de proporciones bíblicas. Poco después del impacto con ese cabrón, mi taxi se estrelló contra el Honda Civic en una explosión de metales, vidrios y sonidos. Mi cabeza me aturde, siento un extremo dolor en el hombro derecho y mi nariz, frente, oídos, boca no dejan de sangrar. Creo que perdí todos los dientes de arriba y el dolor es intenso, punzante, horrible. Rapidamente (Dentro de lo que se puede decir por "Rapidamente" en un estado así) le quité la gorra de los Bulls al -Ahora sí- cadáver del taxista. Estaba manchada en sangre ya que la cabeza del taxista mostraba una grieta de aproximadamente 10 cm. Jalé su chamarra como pude y me la puse, fue doloroso al mover el hombro.
Escuchaba gritos gritos de mujer y eso me tranquilizaba.
Bajé del taxi y me puse mis lentes de sol. Caminé casi corriendo hasta llegar a un parque que estaba cruzando la calle. La gente mirando asombrada, asustados por el impacto, algunas madres cubriendo los ojos de sus hijos o distrayendolos con otras cosas bajo sus paraguas... Fue un desastre. Caminé por el parque, un parque enorme y vi la hora: 5:15 p.m. La lluvia estaba más fuerte que nunca, el viento casi me tumbaba y yo caminaba, cojeando, pero a toda velocidad posible. Mi respiració estaba agitada y la adrenalina se sentía en cada paso que me alejaba de aquél desmadre. Mi teléfono suena:
- RP
- Gogolak
- ¿Dónde estás imbécil?
- Por ahí
- ¿Estás en problemas?
- No, hubo algo.. Creo que me disloqué el hombro
- ¿Cómo chingados?
- Te veo en la tienda de Ricky en media hora, lleva un auto
- Eres un pendejo, ¿Qué hiciste?
- Nada nuevo, por cierto, Ganaron los Bulls
*Cerré el teléfono*
Claro, habrá una próxima, maldita puta.
viernes, 12 de diciembre de 2008
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