domingo, 6 de septiembre de 2009

maniaco

"Todo estaba obscuro. Demasiado, diría yo. Mi taxi pasó por enfrente del lugar y solo vi algunas siluetas danzantes con botes de cheve en la mano y entre todo aquéllo distinguí los sombreros vaqueros de mis compas, la radio sintonizada con la kaliente o algo así en un carro de esos tonelada que sirven para transportar pescado o cosas asi y a ella hablando por teléfono, en un vestido hermoso casi tanto como ella"

Le tomé un trago a mi bote que ya sabía a miados de tan caliente que estaba (y no es por que yo haya probado miados). Seguí hablando:

"Me bajé del taxi, di unos pasos y me llegó un mensaje suyo preguntandome si iría. Sonreí y la busqué con la mirada, ella seguía con su celular del otro lado de la calle. Rapidamente llegué a saludar a las siluetas que ya tenían un poco de coherencia y luego me dirigí a ella"

"¡te ves hermosa! Le dije, seguido de un gran abrazo. ¿Sabes? Ella lo sabe"

"¿Tú le dijiste, maniaco?" Preguntaste

"No, no mames, no wey. Ella se enteró por algún amigo traidor, la verdad no me molesta por que supe disimularlo demasiado bien. Es más, no creo que esté segura de tan bien que lo disimulo, jaja"

Hubo un silencio. Después de dos tragos de cheve mas y hacer muecas por el horrible sabor, seguí diciendo:

"Yo lo veo en sus ojos, maniaco. Ella lo sabe perfectamente y sabes qué es lo mejor? Que no le molesta... "

"¿Y tú, maniaco?"

"¿Y yo?"

Otro silencio, pero un silencio para nada incómodo


"Yo ya quiero que vengan los Babasonicos, maniaco".



Yo tan puesto, vos tan apuesta,
Yo tan lento, vos tan regia,
sos hermosa,
sos hermosa,
y el mundo sonríe conmigo.

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